Detrás de la “celebración” de Oscar Piastri (el hombre no se inmuta ni un poco), esta imagen de Hamilton en particular me callo como un balde de agua fría ¿En que momento el tiempo se fue tan pronto?
Pareciera que fue ayer cuando la F1 vivía el impresionante dominio de Mercedes. La pandemia cambió el rumbo del comienzo de la década de los 20´ y un año después, boom, un nuevo campeón apareció.
Tras los últimos años en Mercedes, la inspiración de Hamilton se fue. Desde el W12 hasta el W15, ninguno de los coches de la era del efecto suelo pudo serle útil al siete veces campeón del mundo por la incompatibilidad de estos coches con su estilo de conducción. Y parece que la historia continuará con Ferrari. La Sprint de China avivó la ilusión de los tifosi y de los fanáticos. Sin embargo, la decadencia en los siguientes premios está provocando la desilusión prematura por parte del piloto.
La crítica especializada, aquella que no se maneja por likes e interacciones en las redes sociales, auguraban que esta nueva era podría funcionar como la mayor estrategia de marketing de la escudería italiana, pero en las pistas todo se podía caer. Y si tomamos estas cinco carreras como un promedio de lo que pueda ocurrir en la temporada 2025, Hamilton será el primero en cuestionarse en qué momento prefirió el estatus de correr para Ferrari, que una despedida de la Fórmula Uno por lo alto.
No es mentira que los años finales de Hamilton ya están aquí. Kimi Antonelli no llegó a la fórmula uno como producto de su salida del equipo. Toto Wolff ya tenía planeado que tomará el lugar del britanico en un futuro no lejano, por esa razón tuvo un entrenamiento especial a lo largo de 2024. Además, Mercedes le negó la oportunidad de ser el embajador de la marca a largo plazo después de su retiro, retirándose completamente de la marca, algo irónico considerando que Hamilton es con diferencia la estrella más grande que tiene.
Ferrari le prometió todo lo contrario: un contrato sin precedentes, apoyo financiero a su asociación Mission 44, ser embajador de la marca y sobre todo un auto competitivo, aunque eso último continúa sin ser cierto.
Hamilton se encuentra abolido totalmente al igual que Lando Norris.
Ha mencionado que los bajos resultados son producto de su baja adaptabilidad al nuevo coche. En Ferrari las cosas se hacen de manera muy diferente que en su anterior equipo y desde ahí podemos empezar. El cambio del 99% del auto ha sido tan grande que al propio protegido del equipo, Charles Leclerc, le ha costado trabajo, o al menos ya no le costara tanto ahora después de su más reciente podio en Jeddah.
En mi opinión, Hamilton aún cuenta con el potencial suficiente para continuar en la lucha de la octava. Sus habilidades siguen intactas y es que cuando el coche puede rendir de la manera que él quiere, ocurren maravillas como la de Silverstone.
Fueron 10 años de trabajo en Mercedes y como menciona, la manera de trabajar en Maranello es diferente a los de Brackley, algo que el propio piloto ha confirmado. Una adaptación no va a suceder tan rápido ni de una forma sorprendente, si los fans de Hamilton esperan eso, déjenme decirles que son ustedes los que han llenado de falsas esperanzas sus mentes, en la fórmula uno las cosas no ocurren de la noche a la mañana.
Solo queda esperar a que el momento de Hamilton llegue… ¿Llegará?
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