Por: Fernando Salinas
Twitter: @fersalinas_13
El frío ausente de diciembre ha llegado y con él, las miradas de introspección que cada año hacemos de nosotros y del mundo.
Yo creo que la mejor palabra para describir el 2022 es: "bizarro".
¿Quién diría que una guerra real y no de esas que se hacen detrás de la pantalla de nuestros celulares y computadores se haría realidad? Con ello, una creciente incertidumbre económica derrumbó las esperanzas que la época post covid prometía.
Los antojitos y lujos tendrán que esperar ¿Meses, años? La respuesta podría llegar más rápido de lo uno cree o por el contrario, se alojará en el cajón de las preguntas sin resolver.
Este año la polarización mexiquense ha escalado a grandes niveles. Desde una Layda Sansores revelando audios de "Alito" para presionarlo a votar a favor de impulsar a la Guardia Nacional a las calles (aunque el diga que no), hasta un Ricardo Monreal que ha destapado su rotundo rechazo a pasar desapercibido como un potencial candidato a la presidencia. Sus ganas de competir son tan férreas que no le importará pasarse al bando del "Va x México" para lograrlo.
Y ni hablar de las marchas, donde cientos de "fifis" se reunieron para "defender al INE" aún cuando muchos puntos de la Reforma eran interesantes. Si los números de la marcha de Obrador tuvieran efecto en San Lázaro la historia sería otra. Mientras tanto, ¿el Plan B se retrasará? Preguntémosle a Monreal estas próximas semanas.
¿Qué las vacaciones dignas llegaron a México? Aunque no lo crea así es.
Seis días al año eran insuficientes para los trabajadores. Siendo de los países más negreados y con uno de los niveles más altos de pobreza, algo no parecía cuadrar. Oh, pero no le digan nada a los empresarios que utilizan la vieja táctica de tratar al mexicano como un flojo que no le gusta el trabajo "duro". ¿Pagos de miseria por jornadas infernales? No gracias. Al menos por cuarto año consecutivo el salario mínimo ha incrementado sin mayor problema. Que alguien le haga notar a los sexenios pasados esto, pues durante años se negaron a hacerlo bajo la mentira de una "alza inflacionaria".
2023 será el año de qué clase de noticias? ¿Uno de menos inflación? ¿Uno de verdadera política? ¿Uno de gratas sorpresas?
Que sean estas últimas las encargadas de llenar los titulares. Cambiar de chip un poco nunca está de más.
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