Carlos Villalobos // @carlosavm_
El artista oaxaqueño propone una mirada crítica a la saturación de imágenes y al consumo visual contemporáneo, a través de una muestra que estará abierta hasta el 24 de mayo en El Alacrán.
En un contexto saturado de estímulos visuales y producción digital incesante, el artista Rodrigo Yepez apuesta por volver a lo esencial: la pintura como una forma de resistencia. Su nueva exposición, titulada "Nada es nuevo, tampoco la gloria", se presenta en El Alacrán, un espacio que forma parte del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, y estará disponible al público desde el 16 de abril hasta el 24 de mayo de 2025.
“Esta exposición se basa en la idea de la pintura como un ejercicio de acumulamiento”, explica Yepez. En sus palabras, cada obra se convierte en un contenedor de cargas matéricas, iconográficas y sociales, que dialogan entre sí y con el espectador. La propuesta va más allá de lo visual: es también un posicionamiento político y cultural frente a la rapidez con la que se generan, comparten y olvidan las imágenes hoy en día.
Una de las influencias más marcadas en su obra es el filósofo francés Jean Baudrillard, especialmente por sus reflexiones sobre la hiperrealidad y la vacuidad de la imagen en la modernidad. “En esta época de consumo digital, un acto tan primitivo como plantear una imagen con un pigmento sobre un soporte físico se vuelve subversivo”, afirma el artista. Así, la exposición se convierte en una especie de manifiesto que reivindica el gesto manual, lo táctil y lo reflexivo, en contraste con la velocidad de lo virtual.
El título de la muestra, "Nada es nuevo, tampoco la gloria", no es casual, de acuerdo con Yepez, responde a un acto de honestidad intelectual: reconocer que toda creación está inevitablemente influenciada por lo anterior. Pero lejos de entender esto como una limitante, el artista lo asume como punto de partida para construir un lenguaje propio, cargado de referencias, de apropiaciones conscientes y de crítica al culto a la originalidad vacía.
Las piezas presentadas no buscan impresionar por su espectacularidad, sino provocar una pausa, una contemplación más lenta y profunda. En este sentido, la exposición se inscribe en una corriente contemporánea que apuesta por el retorno a lo manual como una forma de resistencia simbólica.
Con "Nada es nuevo, tampoco la gloria", Rodrigo Yepez no solo expone una serie de obras: plantea preguntas. ¿Qué valor tiene la imagen en un mundo donde todo se copia y todo se olvida? ¿Es posible aún resistir desde la pintura? ¿Qué lugar ocupa el arte en la memoria colectiva cuando se enfrenta a la fugacidad de los algoritmos?
La exposición estará abierta al público en El Alacrán hasta el 24 de mayo, ofreciendo una oportunidad para reflexionar, mirar con otros ojos y repensar la relación entre arte, tecnología y memoria.
Te compartimos la entrevista completa:
Con "Nada es nuevo, tampoco la gloria", Rodrigo Yepez replantea el acto de pintar en la era digital
Comments