Por: Fernando Salinas // foto: Getty Images
Con el Gran Premio de Bélgica a la vuelta de la esquina y en vísperas del parón veraniego queda pensar: ¿Red Bull conseguirá el tricampeonato de pilotos de la mano de Verstappen?
Quien piense que no es así, se nota que no sabe mucho de F1. A día de hoy es imposible remontar y modificar la tabla de puntajes.
Para que Verstappen no se lleve el campeonato se necesitan dos escenarios:
Que el milagro llegue al resto de garajes. El Error con “E” mayúscula que cometió Oootra vez Checo Pérez sirva para que los ingenieros encuentren el eslabón perdido en sus mono-plazas y así, se conviertan en una verdadera amenaza para el neerlandés.
Alonso y Hamilton serían los verdugos en este caso, pues son los más cercanos al neerlandés (excluyendo a Pérez), aunque la diferencia entre ellos sea de poco más de 150 puntos. Este escenario sólo es posible si Max baja su ritmo de forma estrepitosa y no logra el podio en el resto de carreras, lo que claramente no ocurrirá.
Que Checo retome el ritmo y halle la manera de sacarle provecho al RB19, un mono-plaza diseñado y adaptado al estilo de Max, pero que con algunos ajustes y práctica, pueda dar el punch necesario para no remontar posiciones en la parrilla como cada Domingo hace, y se convierta en una verdadera competencia para su co-equipero y brinden automovilismo de primera calidad, donde al mínimo error el podio cambie de dueño.
Las 12 victorias consecutivas de RB provocan un sentimiento agridulce en los fans. Las carreras de esta temporada no se han caracterizado por el ritmo existente en las del año pasado, mucho menos a las de la temporada 2021, considerada como una de las mejores del nuevo milenio. La transición del imperio de Mercedes a Red Bull dejó la vara muy alta.
Con esta temporada se agregaron muchos fans del deporte de motor y es común que exijan más temporadas salvajes, sin entender que al menos en este deporte, existen tiempos donde una escudería domina por un tiempo. Es como la época donde el Real Madrid dominó la Champions, solo que en este mundo no es tan sencillo sentar las bases de esa estabilidad: suele requerir demasiado tiempo, demasiado análisis, mucho ensayo y error.
Sin una competencia clara en el camino, esperamos que este domingo el himno de los países bajos suene una vez más -si las condiciones climáticas lo permiten claro-.
Si la competencia en Spa-Francorchamps se cancela, las escuderías se irán cabizbajas a unas amargas vacaciones, viendo como ambos campeonatos se les van de las manos.
En el otro lado de la historia, el Orange Army cantará a todo pulmón:
¡Super Max!
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