Texto: Carlos Villalobos // Facebook: CarlosAVM_ // Twitter: @carlosavm_ // Instagram: @carlosavm__
Luego de una larga investigación, South Lighthouse detectó 21 antenas en Ciudad de México, las cuales están colocadas en puntos estratégicos de la capital y sirven para espiar dispositivos que se conectan a internet a través de redes móviles
A través de una investigación realizada por South Lighthouse se descubrió que al menos 21 antenas IMSI Cathchers (o Stingrays) están operando en la Ciudad de México. Estas antenas se hacen pasar por antenas de telecomunicaciones de telefonía celular para intervenir todos los dispositivos, que se conecten a la red móvil de telefonía, para recolectar sin autorización información de los usuarios.
Dentro de los casos más peculiares, tenemos una antena que se ubica en Amecameca, la cual abarca el rango de señal suficiente para poder intervenir en la Fiscalía General de Justicia del Estado de México y el campo militar de la Secretaría de la Defensa Nacional. El Zócalo de la capital, el Palacio de Bellas Artes, el Palacio legislativo, el Colegio Militar y más recintos trascendentales para la vida pública del país están en el rango de intervención de dichos dispositivos. Estas antenas están colocadas en lugares donde se concentran oficinas de gobierno, cuarteles militares o espacios de protesta social.
Es extremadamente complicado (e incluso arriesgado) señalar quien está detrás de la operación de estas antenas, pero lo que si está bien asentado y se cuenta con información al respecto, es la investigación que ha realizado PODER, en donde se detectó que el actual gobierno ha suscrito, al menos, 3 contratos con la empresa L3Harris Technologies, una de las principales compañías de cibervigilancia a nivel mundial. Estas contrataciones se han realizado a través de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina.
La importancia de estas antenas es que parte de sus capacidades es la de obtener el numero IMSI o IMEI de un celular, registros de llamadas y mensajes de texto, así como poder acceder a los archivos de los dispositivos que se encuentren dentro de su rango de acción. Modelos más avanzados pueden enviar mensajes de texto o hacer llamadas de forma anónima hasta infectar teléfonos con malware.
