Por: Fernando Salinas
Twitter: @fersalinas_13
A través de estas últimas semanas muchas sorpresas se han vivido en Qatar 2022.
Un mundial que iba a pasar sin pena ni gloria -a mi parecer- me ha cautivado.
Si bien, los problemas sociales siguen presentes en este lado del mundo, hay que saber separar el buen fútbol de una nación que deja mucho que desear.
En la fase de grupos muchas sorpresas hemos tenido: Japón llevó a los Penaltis al actual subcampeón. Surcorea sufrió un catastrófico 4-1 ante Brasil y Marruecos juega contra España mañana en un duelo que podría marcar diferencia, pues ningún equipo africano ha logrado llegar a una semifinal en la historia de los mundiales. Senegal sufrió la ausencia de su estrella Sadio Mané ante Inglaterra. Depende entonces de la selección de Marruecos poner en alto al continente africano.
Arabia Saudita fue el centro de los reflectores un par de días tras su victoria ante la albiceleste, aunque su gloria se quedó el Grupo C al caer ante Polonia y México.
Cómo es costumbre, la selección mexicana no logra el tan anhelado quinto partido. La fé se terminó en el momento en que la selección árabe marcó el gol que incluía el pase de retorno a México. Los últimos minutos se vivieron con bravura y ante un fuera de lugar que parecía hacer el tercer gol, los anti-héroes se convirtieron en el ojo de duras críticas. Prensa, líderes de opinión y público están cansados de una selección que simplemente no entrega resultados. Y de paso del DT, el "Tata", a quien el día de ayer atacaron en el AICM con insultos y reproches por su pésima dirección.
Para los mexicanos este episodio es la noche triste del fútbol, pero para los que siguen ahí persiguiendo la copa es la fiesta en el desierto.
¿Qatar traerá más sorpresas o el ganador ya está frente a nuestros ojos?
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