Texto: Carlos Villalobos // Facebook: Carlos Villalobos // Twitter: @carlosavm_ // Instagram: @carlosavm__
El Padrón Nacional de Telefonía Móvil(PANAUT) ha llegado a su punto sin retorno, sin discusiones en las cámaras de representantes, sin acción de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y con un Presidente de la República que sigue defendiendo su uso, las y los ciudadanos mexicanos, hemos quedado en un estado completo de indefensión.
El padrón, que hasta la redacción del presente artículo sigue sin detenerse a través de la CNDH, obligará a que los usuarios de una línea móvil entreguen a operadores telefónicos, datos personales así como biométricos, que van desde el nombre y el dato del domicilio, hasta huellas dactilares e iris de los ojos.
La justificación idónea, es que con ello se realizará un combate más eficaz y eficiente(algo conservador y medio neoliberal), ya que dicha base de datos podrá localizar a quiénes cometan delitos a través de un teléfono móvil o que utilicen una línea telefónica como principal herramienta.
Expertos y organismos internacionales coinciden en que avalar una propuesta como la que representa el PANAUT es extremadamente peligrosa, ya que no se cuenta con la capacidad técnica y de infraestructura al día de hoy para albergar tal magnitud de cantidad de datos. Además, conseguir líneas, chips y documentos apócrifos que avalen lo que quieren controlar es extremadamente fácil, para muestra un botón.
La utilización de plataforma de llamadas que utilizan IP’s y no líneas telefónicas o la facilidad con la que uno puede salir a internet a importar chips de otros país es relativamente sencillo y no se necesita capacidades extraordinarias de gestión aduanal.
A todo este panorama oscuro y sombrío, tenemos que sumarle que desde que comenzó el presente sexenio, el ataque sistemático y desde todos los frentes a los organismos autónomos ha sido constante, pero el panorama empeora, cuando revisamos que año tras año se han detectado recortes presupuestales, provocando que el Instituto Federal de Telecomunicaciones(IFT) tenga que librar una batalla literalmente con piedras y palos, frente a enemigos con potencial tecnológico de última generación.
Sin entrar a temas polémicos, la 4T del presidente ha demostrado una seria incapacidad en todo lo que tiene que ver con desarrollo tecnológico e impulso de una agenda de derechos digitales, hoy al poner a la ciudadanía frente a una decisión tan irracional como lo es el PANAUT es dejarnos expuestos ante el robo de datos, la manipulación de investigaciones y “lo de menos”, que externos se lleven bases de datos enteras para venderlas en el mercado negro.
Hoy lo que nos queda como ciudadanos, a través de colectivos de defensa digital, es promover amparos y presionar a nuestros legisladores para realizar ajustes que propicien mejores condiciones para todas y todos en el ciberespacio.
Nota al calce:
Por si fuera poco, en la lista de temas sugeridos por el IEEPCO en Oaxaca para debates entre candidatos, no viene ninguno que hable de este tema, lo cual es lamentable.
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