Carlos Villalobos // @carlosavm_
El último par de desvaríos de la banda mexicana Molotov, ha develado lo que muchos ya previeron “su onda ya no es la onda”.
Desde Rubén Albarrán decapitando un peluche de cierta farmacéutica, hasta Molotov siendo “graciosos” con el lanzamiento de su más reciente sencillo “Quiten el trap”, lo cierto es que toda esa generación parece estar perdiendo los estribos de una forma monumental.
Hoy los comentarios en redes sociales en publicaciones de este par de bandas como “ya retirate tío”, o “siéntese mejor señor” abundan y lo cierto es que es porque no están entendiendo que en 2022, no es lo mismo que se vivió en 1998.
Al menos en México, la democratización de los medios y de las tecnologías de la comunicación, han permitido que tanto artistas como medios de comunicación haya para todos gustos y colores; ya no hay un discurso o un solo canal para compartir. Sin embargo, ellos pertenecen a esa generación, que por estar en el lugar correcto en el tiempo correcto, ganaron espacio en radio, tv y hasta espacios impresos, y creen que un discurso totalizador, emitido por ellos, es lo que “debe prevalecer'' en el rock.
Sorpresa.
Hoy a las y los chicos les gusta el trap, el rap y el reggaeton, por igual. ¿Por qué? Sería muy complicado, y hasta peligroso, tratar de dar solo una razón, pero primordialmente me ubico en el entorno tan apocalíptico en el que vivimos.
Lo sabemos Café Tacvba y Molotov, abonaron en su momento, pero hoy “ya chole'' con desplantes fuera del lugar. Ya mejor jubílenlos ¿no?
