Ante la pandemia de COVID-19, el reportero y también host de la "Inofensiva Opinión", Rodrigo Islas Brito, se dio a la tarea de redactar experiencias acerca de esta caótica etapa de la vida en este plano existencial, lo cual trajo a la vida el libro "Días de lucha, en Ciudad Dorada". Dicha publicación tendrá un costo de 200 pesos y en este momento se está terminando de maquilar, obviamente desde casa y a través de un proceso de autogestión. Luego de largas pláticas con el autor, decidimos compartir uno de los capítulos para que se decidan a comprarlo. Sin más por el momento los dejamos con la pluma de este notable escritor oaxaqueño. 7.-
Era 28 de marzo y una familia oaxaqueña había perdido ya la calma ante el covid 19. “Todo empezó con una publicación de Facebook de alguien de la tribu”, me contó Efraín. El estado de red social iba sobre que personas cercanas tenían el virus. Efraín indagó y se enteró que el novio de su hermana dio positivo a coronavirus por la Secretaría de Salud Federal. A los pocos días su hermana empezó a presentar síntomas. No podía respirar bien, tenía fiebre, tos, dolor de garganta y mucho dolor de cabeza. El Hermano mayor de Efraín, día y medio después, también empezó con lo mismo, dolor de cabeza, de pecho, de pulmón, ardor de garganta y problemas respiratorios con los que se le iba el aire. Su esposa empezó con problemas de gripa.
En cuarentena en casa del padre de Efraín, se reunieron cinco personas confinadas, en casa de su hermano otras cuatro. Hermano y esposa, viven en Tlalixtac, una población periférica de la ciudad de Oaxaca. Su hermana vive en la ciudad. Efraín no se llama Efraín, pero una condición para contar la historia de cómo su familia entera ha perdido viralmente la calma, es que ni su nombre ni el de los suyos sean revelados exponiéndolos a cazadores de casos positivos de una enfermedad que según estimaciones científicas y epidemiológicas acabará alcanzando al setenta por ciento de la población del planeta. Efraín llamó a una línea de la Secretaría de Salud de Oaxaca. No lo tomaron en serio al principio, cuando dio el nombre del novio de su hermana confirmaron que estaba hablando sobre alguien real. A él lo nombraron caso sospechoso y lo mandaron a aislamiento. Efraín hace quince días había visto a su hermana. Hace diez a su hermano. Él hasta el momento en el que este libro se escribe no ha presentado síntomas.
Tampoco la esposa de su padre y su padre, diabético de más de 56 años, perteneciente a los dos sectores vulnerables contra el que carga el virus, contra el cual se ha anunciado posibles vacunas en proceso, pero ninguna con fecha cercana. “Tienen los síntomas, estuvieron en contacto con alguien que dio positivo, pero el protocolo para hacer las pruebas es muy lento”, dice el chico. Recuerda que cuando llamó por teléfono a los Servicios de Salud de Oaxaca, lo intentó dos veces. Hasta el tercer intento entró. Le hicieron un cuestionario. Le volvieron a marcar. Lo foliaron como caso sospechoso de covid 19, le preguntaron primero el nombre de las personas con las que el caso positivo por coronavirus tuvo contacto directo, sus números de celular, dónde vivían y si la casa familiar estaban separando los trastes de uso diario entre todos los miembros de la familia. Efraín no supo responder esa parte, hace mucho que no ve a toda su familia junta
“Me dijeron que me iban a dar seguimiento como caso sospechoso y luego una enfermera me dijo cómo comportarme como caso sospechoso, que son básicamente las medidas preventivas contra el bicho que encuentras en cualquier lado. “¿Les preguntaron sobre las personas con las que todos hubieran podido tener contacto?”, se le inquiere al entrevistado. “No, nada de eso. Tal vez a mi familia cuando la contactaron, porque yo no tengo síntomas, sólo estoy en seguimiento por el contacto”, reafirma el chico. “No puedo salir a nada, ni a la esquina”, señala. “A mi hermano, no tenían prueba de covid 19 para hacerle”, cuenta el testigo al tiempo en que a través de un chat de internet da cuenta que luego reparó que al lugar al que llamó para contar su situación es la Unidad de Inteligencia para Emergencias en Salud del estado de Oaxaca.
Al hermano de Efraín le dijeron que fuera a evaluarse al IMSS. A su hermana, padre y a la esposa de padre les hicieron las pruebas para detectar el virus. Su hermano no podía conseguir que le hiciera una. La esposa de su hermano hoy afirma que solo se mantiene con un resfriado. Si se complicaba, les dijeron de la secretaría de salud, que iban por ellos. “No sé cuál sea el parámetro de complicado pero esperemos sea el correcto”, reflexiona el afectado. Efraín sabe que para el virus no hay tratamiento, sólo paracetamol para bajar la fiebre y “esperar que se pase esa mamada”. Él insiste en que están siendo muy discretos y están asustados con lo que pueden o no pueden tener porque la gente ante el miedo suele perseguir a lo bestia. “No me molestaría tanto que supieran mi nombre mientras el mensaje sea, esto es real, el SARS 2 entra por donde sea”, comenta el chavo sobre otro nombre que se le da a la partícula depredadora. “No sabes la angustia que estoy viviendo, sobre todo por mi papá.” Un día después comenta que la cosa no mejora. “Ayer estuvo terrible en la noche, mi hermano empezó a sufrir complicaciones respiratorias. Lo llevaron al IMSS, pero me pregunto ¿por qué su protocolo de acción fue hacerle la prueba del Covid19, en vez de reservar un respirador por si se complicaba?”, declara. Efraín dice que su hermano ha estado teniendo problemas reales para respirar, diarrea y habla con la voz entrecortada y sin mucho aire. Al final solo le hicieron la prueba de positivo o negativo para el covid 19 y lo regresaron a su casa, asustado y triste. “Siento que la sobre burocratización del asunto va a ser un problema para combatir en tiempo real las situaciones”, alega el testigo. Quiere que se hagan dos últimas preguntas de su parte. “¿Con cuántos respiradores cuentan los Servicios de Salud de Oaxaca? ¿Qué cantidad de enfermos con males crónicos y degenerativos se calcula puedan resultar infectados con el coronavirus covid 19 en Oaxaca, si se toma en cuenta que hoy en el primer mundo enfermos del virus con esas características si no mueren, necesitan por lo menos hasta dos semanas entubados para recuperarse?
Comments